miércoles, 30 de enero de 2013

lunes, 28 de enero de 2013

"Padres hooligans", reportaje sobre la violencia en el fútbol base andaluz

Estos hechos de violencia lamentablemente son cada vez menos aislados en los campos de fútbol y necesitamos poner de nuestra parte para erradicarlos del fútbol base. "No a la Violencia en el Fútbol Base"

jueves, 24 de enero de 2013

El objetivo en el deporte infantil debe ser formativo, no importa tanto ganar

LA ACTITUD AGRESIVA DE LOS PADRES EN EL DEPORTE AMENAZA LOS GRANDES VALORES DEL JUEGO Y PERJUDICA A LOS NIÑOS
El objetivo en el deporte infantil debe ser formativo, no importa tanto ganar
El ambiente en la grada está caldeado. El público grita, insulta al árbitro, critica las decisiones del entrenador cuando el equipo pierde, lanza amenazas y maldiciones… Nada que no se vea en cualquier partido de fútbol, sólo que en este caso los jugadores tienen 8 y 9 años. El encuentro se disputó el mes pasado en Sabadell entre dos equipos escolares. “¡Parecía un Barça-Madrid!”, recuerda aún con sorpresa la madre de uno de los niños.
La actitud de muchos adultos cuando sus hijos saltan al terreno de juego es más propia de un hincha fanático, advierten profesionales del deporte infantil y juvenil. Se trata de padres que se quejan continuamente e insultan, presionan en exceso a los niños para que ganen y van a muerte con el árbitro y el rival. Lejos de remitir o estancarse, este comportamiento “es cada vez más frecuente”, indica Carolina Garzo, responsable del área de Esport Escolar de la Generalitat. El deporte escolar mueve cerca de 550.000 alumnos de entre 6 y 16 años cada semana, eso sin contar a los que están federados en clubs deportivos, que superan los 300.000. Dentro de tal cantidad de población, es normal que surja algún padre hooligan; pero la cosa se complica cuando esta figura crece. Albert Puig, secretario técnico de fútbol formativo del FC Barcelona, lamenta que las malas actitudes de algunos padres amenacen los “grandes valores del deporte, como el esfuerzo, la superación personal, el compañerismo o la resistencia a la frustración”. De esta manera, dice, sólo se consigue confundir al niño, estresarlo y que viva el deporte desde una óptica negativa, de confrontación.
El problema, según Puig, está en que los adultos tienen la imagen del deporte profesional grabada. En las grandes ligas, en unas olimpiadas, en un mundial… el objetivo principal está claro: ganar. La selección española de fútbol fue muy criticada porque, hasta hace no mucho, nunca conseguía pasar de cuartos de final en un Mundial. Y la plata de la selección de baloncesto en los últimos Juegos Olímpicos supo a poco después de haber sido campeona del mundo. “Algunos no comprenden que la finalidad en el deporte infantil es distinta”, dice. La victoria queda en un segundo plano. “En el deporte infantil y juvenil el valor pedagógico prevalece, su objetivo debe ser formativo, que el niño se divierta y haga ejercicio”, insiste Àlex Cerdà, encargado del área de ética de la Federació Catalana de Futbol (FCF). Por eso, Cerdà no entiende cómo hay padres que se enfadan tanto y presionan a sus hijos para que venzan a toda costa. “Si un niño ve que sus padres gritan e insultan en los partidos, se sentirá obligado a ganar para satisfacerlos, para que no se enfaden, cada partido se convertirá en una experiencia negativa y llena de tensión”, insiste.
Es en el fútbol donde se han detectado más actitudes inapropiadas, junto al baloncesto y al fútbol sala. Desde el área de Esport Escolar de la Generalitat han llevado a cabo varias campañas para tratar de corregir estos comportamientos. Sin mucho éxito. “Hemos organizado charlas en los colegios, se han publicado folletos con reglas para padres, incluso hemos preparado obras de teatro con la Federació d’Associacions de Mares i Pares de Catalunya (Fapac) para denunciar las malas actitudes, pero la verdad es que no han funcionado”, reconoce Garzo. Por eso ahora se plantean nuevos abordajes, como la entrega de una especie de “notas deportivas”, un documento que los padres recibirían con información sobre los progresos de su hijo en el deporte que practica –si se porta bien, si adquiere los valores adecuados…–. “Así las familias se darán cuenta de que practicar deporte va más allá de jugar un partido los sábados y de las victorias”, dice Garzo. En la FCF proponen a los clubs que entreguen un documento a los padres en el momento de inscribir a los hijos explicando el origen y los objetivos del club, así como los valores que defiende y las normas de comportamiento que todos los socios deben seguir. Algo parecido se ha empezado a aplicar este curso en las escuelas e institutos catalanes con la carta de compromiso educativo, una fórmula para que las familias se sientan vinculadas al centro y se comprometan a seguir una reglas.
Garzo aboga también por formar a los niños en “juego limpio” para así corregir a los padres exaltados. “Si ven que sus hijos solucionan los conflictos del juego sin alterarse demasiado, no tendrán razón para enfadarse”, opina. En la sección de fútbol formativo del Barça prohíben además que los padres acudan a la mitad de los entrenamientos para que no se obsesionen y se conviertan en entrenadores en la sombra; “los padres saben que si no respetan los valores del Barça los echaremos a ellos y a sus hijos, el comportamiento debe ser ejemplar”, dice Puig. La manera como los clubs y las escuelas afrontan los comportamientos incívicos es fundamental para acabar con el padre hooligan. Cerdà pone el ejemplo de un club que recientemente vetó la entrada de un padre a sus instalaciones por agredir a un árbitro. “Los padres han de saber que jugar lo mejor posible no significa ser el mejor y anular al rival”, recomienda Jaume Cruz, psicólogo del deporte de la UAB que pone como ejemplo de buenas prácticas a la Masia del Barça. En el campo de juego, pues, no todo se vale.
Fuente: Gutiérrez, Maite. La actitud agresiva de los padres en el deporte amenaza los grandes valores del juego y perjudica a los niños [en línea]. Barcelona: La Vanguardia
<http://www.lavanguardia.com/vida/20110113/54100876942/la-actitud-agresiva-de-los-padres-en-el-deporte-amenaza-los-grandes-valores-del-juego-y-perjudica.html>

Artículo publicado en la web www.futbolconrespeto.com

lunes, 21 de enero de 2013

Presión Sobre los Chicos en el Deporte

Este video refleja claramente como puede influir un padre sobre su hijo, cuando este se obsesiona con ganar, esperamos nos haga reflexionar y podamos disfrutar junto a nuestros chicos en su deporte favorito. 


Video publicado por TyC Sports

martes, 15 de enero de 2013

“El principal objetivo de cualquier escuela de fútbol debería ser formar y conseguir mejores personas, y no fabricar buenos futbolistas”

Paco López: “El principal objetivo de cualquier escuela de fútbol debería ser formar y conseguir mejores personas, y no fabricar buenos futbolistas”

Jueves, 25 de octubre de 2012 por Fútbol con respeto
Francisco José López Fernández, conocido futbolísticamente como Paco Lopez, a sus 45 años ha pasado por prácticamente todos los clubs valencianos como futbolista: Mestalla CF, Torrent CF, Hércules CF, Levante UD, Castellón SAD, Benidorm CD, Gandía CF. Pero también ha pasado por ellos en su faceta de entrenador de fútbol: Villarreal B, Catarroja CF, Benidorm CF, Alcoyano CF… Esta misma semana hemos conocido que es el nuevo entrenador del Valencia CF Mestalla.
Preocupado y comprometido con el fútbol base (sus dos hijos lo practican), es un estrecho colaborador de la campaña “Con respeto ganamos todos” de la Fundación DeportivaMunicipal del Ayuntamiento de Valencia.
- Paco, ¿el crack futbolístico se nace o se hace?
Ocurre muchas veces en el fútbol base que queremos ver a una gran figura del fútbol en un niño de apenas 8 o 9 años. Y pretendemos formarle rápidamente para que llegue a ser una “estrella” lo más pronto posible. Personalmente creo que nunca hay que tener prisa por hacer artificialmente a un jugador de fútbol.
- ¿Qué papel debe jugar el entrenador de fútbol base en la formación del menor?
Durante la etapa de formación futbolística, existe de forma paralela, una formación personal que incide en gran medida  en la formación integral de los niños. Aunque a veces se carga de demasiada responsabilidad a los entrenadores del fútbol base, como si fueran los únicos responsables de la evolución personal y  futbolística de los niños, es verdad que en estas etapas iniciales, los entrenadores deben ser fundamentalmente educadores.
- Una de las acciones de la FDM fue la de obligar a que todos los entrenadores de las escuelas sean titulados. ¿Qué le parece?
Hoy en día, todavía sigue existiendo  una  falta de preparación en  muchos entrenadores de futbol base, sobre todo en “escuelas modestas”. Llevo algunos años observando entrenamientos y partidos de fútbol base y me ha llevado a reflexionar y plantearme muchas cosas.
La educación es un proceso larguísimo que requiere una enorme dosis de paciencia por parte de los entrenadores, educadores y padres de familia, “quien no tenga esa paciencia debe retirarse del mundo de los niños”.  Actualmente estamos en una sociedad en la que se piden resultados inmediatos, de hoy para mañana, vivimos agobiados y llevamos la presión a la formación del niño.
- ¿Cuál es el orígen de los conflictos entre menores en un campo de fútbol?
El  fútbol tiene una finalidad como juego que es ganar y, aunque hasta aquí podemos estar todos de acuerdo, el problema fundamental radica en que si ponemos “el ganar” como único fin, estamos perdidos, porque la competición deportiva se convierte en un campo difícil, al buscar derrotar al rival como sea.
Pero si lo consideramos como un medio para seguir mejorando entonces, si se pierde, no pasa absolutamente nada, porque esa derrota nos llevará a reconocer nuestros fallos para así seguir mejorando
El propio enfrentamiento de cada partido contiene grandes valores formativos, se tiene la colaboración de unos compañeros para enfrentarse deportivamente a unos rivales. Los compañeros, por su ayuda, y los rivales, por su oposición, suponen niveles de desarrollo como ocurre en casi todas las facetas de la vida.
- ¿Dónde está la clave entonces?
El  punto fundamental  y el más importe a mi entender en el fútbol de niños, es inculcarles unos valores que deben marcar su vida: humildad, espíritu de superación, esfuerzo, respeto, …
No olvidemos nunca cuando trabajemos con niños que son personas y que cuando se retiren dejarán de ser futbolistas pero no dejarán de ser seres humanos.
El principal objetivo de cualquier escuela de fútbol debería ser, antes de “fabricar buenos futbolistas”, formar y conseguir mejores personas.

Fuente la web: www.futbolconrespeto.com
http://www.futbolconrespeto.com/blog/paco-lopez-el-principal-objetivo-de-cualquier-escuela-de-futbol-deberia-ser-formar-y-conseguir-mejores-personas-y-no-fabricar-buenos-futbolistas/#more-234

Un Gran Equipo de Gente Normal



El triunfo de la selección española de fútbol en la Eurocopa 2012 ha dejado en nuestras retinas imágenes inolvidables.
No me estoy refiriendo al magnífico juego deportivo desarrollado que, por falta de conocimientos en la materia, me declaro incapaz de comentar, Aunque, incluso para alguien como yo, sin ser especialmente aficionada, verles jugar el partido de la final contra Italia fuera una pura delicia.
Lo que quiero destacar, aquí, de esta selección, es su capacidad de ilusionar a todo el país en torno a ellos. Victoria tras victoria, nos han ido ganando el corazón, con su extraordinaria simpatía, su sencillez, y su increíble humildad. Uno suele asociar las imágenes de los triunfadores en los grandes encuentros deportivos al pedestal, el pódium, el estrado, las copas y las medallas. A admirarles desde la distancia, y hasta la diferencia de plano, como seres señalados con un especial talento y capacidad, que les distingue del resto.
Esa imagen no vale, sin embargo, para esta generación de deportistas, que se desenvuelven con tal normalidad que parecen un equipo de compañeros que más que jugar para competir, parece que se lo estuvieran pasando en grande.
Vienen de pasarse el año compitiendo entre ellos, desde clubes enfrentados por una intensa rivalidad. Y, sin embargo, son capaces de convertirse en el equipo cohesionado, sólido y compacto que ha resultado imbatible en los últimos grandes torneos, (¡No hay dos sin tres, menudo lujo!...)  
Pero, además, a través de muchos de sus gestos, se les puede ver casi  como un grupo de amigos, que aparecen unidos por la camaradería, el cariño entre ellos, la generosidad, el buen rollo, y, sobre todo, la normalidad en su comportamiento.
Encabezados por ese gran hombre tranquilo, Vicente del Bosque, que encarna todas las buenas cualidades que pueden adornar al extraordinario ser humano que es. Siempre restando importancia a las críticas, apoyando a sus jugadores, y atribuyéndoles a ellos el mérito del triunfo, en exclusiva. Demostrando en todo momento una humildad y una sencillez verdaderamente admirables.
Y la mejor imagen de esa normalidad con la que se expresan, nos la dieron cuando, tras recibir la copa, y cumplir con el ritual oficial, todos corrieron a buscar a sus familias, para fotografiarse con ellos, y hacer bien patente que su triunfo era también el de sus padres, el de sus hijos, sus mujeres, sus novias, sus hermanos...
Ver ese campo de fútbol lleno de niños jugando con los papelillos brillantes de la celebración. O a Piqué dirigiéndose, copa en mano, hacia las gradas, mirando en todas las direcciones y preguntando "¿dónde está mamá?" fue, para mí, de las mejores imágenes de la noche.
Porque, de alguna manera, transmitía el mensaje de que quienes habían sido capaces de escribir la mejor de las gestas deportivas, nos mostraban, al convertir en protagonistas, a sus familias, el motor del que sacan toda esa fuerza que les hace imparables.
Y nos revela una faceta tan entrañable y tan cercana de nuestros jugadores, que, hasta para los que no somos especialmente aficionados al fútbol, nos conmueve, nos gana y nos hace ilusionarnos en torno a un éxito colectivo, que, probablemente, será de las pocas cosas que nadie discuta en esta España de tan duros problemas como hoy vivimos.
O casi nadie, que siempre puede encontrarse a quien pueda no gustarle, y hasta molestarle este extraordinario y prolongado éxito de la selección española, y el apabullante seguimiento que concitan en toda España.
Pero, viendo las imágenes del recorrido del autobús de la selección española por las calles de Madrid, repletas, repletísimas de gentes de todas partes, de todas las edades, de toda condición, que han salido a festejar a este equipo que viene de hacer historia, me quedo con la sonrisa, con la ilusión que este gran grupo de chicos normales transmite.
Uno sólo puede sentirse orgulloso de cómo son quienes nos han  representado, como españoles, en tantas gestas. Todos ellos merecen el mejor de nuestros homenajes. Porque nos han hecho alegrarnos y disfrutar de lo lindo con sus triunfos, claro. Pero, sobre todo, porque nos han hecho sentirnos parte, también, de ellos, consiguiendo llegar a ser grandes, sin dejar de ser auténticos.
Fuente: Tardón, María. Un gran equipo de gente normal [en línea]. Madrid: El Mundo
<http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/ellas/2012/07/03/un-gran-equipo-de-gente-normal.html>

jueves, 10 de enero de 2013

Las pequeñas cosas que podamos aportar para mejorar, siempre será un pasito adelante en hacer un mundo mejor

     Empezamos la andadura en este pequeño espacio con la firme idea de contribuir en la formación positiva tanto de niños como de padres que dedican parte de su tiempo a la práctica de este bonito deporte que es el fútbol.

     No hay mejor premio que el ver disfrutar a nuestros niños haciendo lo que más les gusta, pero en ese proceso de aprendizaje hay muchos factores que pueden desvirtuar las actitudes y personalidades de estos chicos, sin olvidar que el día de mañana serán las personas que pueden cambiar el mundo en el que vivimos.

     Este espacio como les comenté en el objetivo del blog no es más que una puerta donde podemos aportar ideas, visiones, ejemplos de actitudes,  lo cuales nos ayuden a reflexionar en este proceso contínuo de aprendizaje que estamos compartiendo con nuestros pequeños.

     Seguramente han observado algún caso de violencia en algún partido de fútbol base, el 99% es producto de nosotros los padres que por algún motivo perdemos la compostura y sale a flote el monstruo que ni nuestros hijos conocen.
     Pues, cuando observamos estos comportamientos agresivos, violentos desde un tercer plano y observando las caritas de los niños con ese miedo en el terreno de juego por los grito e insultos, les aseguro que estamos matando esa ilusión con la que nuestros pequeños van cada fin de semana a los partidos.

     Solemos olvidar que nuestro objetivo principal es que ellos sean felices, que aprendan valores, que compartan con otros niños, que las victorias y las derrotas son parte de ese proceso de aprendizaje que están iniciando, por lo tanto, es imprescindible que las conductas nuestras como padres sea la más correcta, que animemos a nuestros niños con educación, que respetemos a los rivales, a la afición rival y a los árbitros.

     Quizás nuestros hijos tengan más o menos cualidades para el fútbol, eso en realidad en este proceso es lo que menos importa, si el chico tiene cualidades tendrá su oportunidad de demostrarlo. Lo que en realidad importa, es la educación y los valores que podamos inculcarle para que el día de mañana, bien sea como futbolista, carpintero o la profesión a la que se dedique sea una buena persona, noble, respetuosa y educada.

     Creo firmemente que en todos nosotros esta poder hacer de este deporte una escuela, tanto niños como padres asistimos a un aprendizaje continuo, por lo que les animo a disfrutar de nuestros niños, ayudemos a los árbitros, seamos respetuosos con la afición rival, ayudemos a los monitores en su tarea, colaboremos con los clubes y les aseguro que recogerán sus frutos (su hijo feliz disfrutando de su deporte favorito con sus padres y aportándoles herramientas para que el día de mañana sean excelentes personas).

     Recordemos que ellos nos ven a los padres como el modelo a seguir, por lo tanto, no podemos permitirnos el lujo de decepcionarles.